sábado, 20 de agosto de 2011

La fiesta de la fe

Es la noche del viernes en Madrid y aquí se vive una movida diferente. Escribo desde el estadio Santiago Bernabéu donde se celebra un "Café vocacional". En él, te encuentras desde un cibercafé a una capilla con exposición del Santísimo, sacerdotes para confesar, cafetería y en una de las alas del estadio actuaciones musicales.Jóvenes de todas las edades, familias, sacerdotes,religiosas...
viviendo juntos la noche del viernes.Un ambiente curioso,sin duda.
 
Canarias está en Madrid, porque nuestro Obispo Francisco Cases está con nosotros, con él tuvimos eucaristía los canarios el pasado miércoles en la Parroquia de San Cristóbal, este viernes catequesis animada por él en la parroquia del Dulce Nombre de María.Somos veinte sacerdotes, cincuenta animadores...Casi setecientos canarios en Madrid, en esta Jornada.
 
La tarde del viernes he podido disfrutar del Via Crucis con el Papa, junto a Cibeles. Lo más emotivo para mí, ha sido ver la cruz de los jóvenes, regalo de Juan Pablo II. Estuvo en Canarias hace algo más de un año. Los jóvenes canarios de la parroquia que me acompañan cargaron con esa misma cruz, como yo también lo hice. Toda esta Jornada Mundial de la Juventud viene preparándose desde hace tiempo, gracias a la colaboración y participación de muchas personas. He tenido presentes las cruces de tantas personas: amistades,conocidos, hermanos en la fe...He tenido presente a la Diócesis de Canarias, a la parroquia de la Santa Cruz...Quiero ser cirineo de tantas situaciones que necesitan ser aliviadas:jóvenes en paro, sin ilusiones por vivir...Sí que he echado en falta una décimo quinta estación: la Resurrección del Señor.Todavía los cristianos nos quedamos mucho en la cruz, menos en la resurrección. Es necesario dar el paso a mostrar un rostro más renovado y alegre en la fe y la propia Iglesia.
 
Podría hablar también de las ocho horas confesando este jueves en el Retiro.En un principio, deseaba estar tres horas, pero siempre que intentaba marchar, venía alguien.Muchas personas buscan con sinceridad al Dios de la Vida y qué mejor oferta que en el sacramento de la reconciliación. ¡Qué bueno saber que Dios nos ama aunque nos equivoquemos!Verdaderos encuentros con el Señor, jóvenes alejados de la fe y de la Iglesia, vuelven ahora recibiendo el abrazo entrañable de Padre Dios.He visto rostros emocionados, yo mismo me he emocionado en ese abrazo de paz a quienes deciden ahora iniciar un camino nuevo en sus vidas.
 
Ir por la calle, por el metro, es una fiesta llena de color,música,ritmo...Es posible hablar y saludar a personas de cualquier punto del planeta,como si les conociera de siempre.
Aún queda la vigilia de oración el sábado por la noche en Cuatro Vientos y el domingo, en el mismo lugar, la eucaristía final de envío presidida por el Papa.
 
En fin, me siento dichoso de creer en Cristo, estoy feliz. Podría seguir escribiendo, pero prefiero comunicarlo directamente a cuantas personas me encuentre personalmente en mi regreso a Canarias.Llevo en el corazón a muchas personas, a cuantos viven en el archipiélago canario y en otros puntos del planeta. Lo importante comenzará a partir del lunes, ahí empezaremos a ver los frutos de esta Jornada Mundial de la Juventud. La vida diaria nos espera a los creyentes.Hay mucho bueno por hacer para ser constructores de un mundo nuevo, más humano, justo y solidario. Se trata, en definitiva que los creyentes vivamos "Arraigados en Cristo, firmes en la fe".
 
Julio Roldán




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